La historia de la konradista que obtuvo una beca para estudiar en Corea
Después de un largo proceso y con la disciplina de quienes sueñan en grande, Laura Melissa Rocero Martínez, estudiante de quinto semestre de Psicología, logró obtener una beca para estudiar en Corea del Sur.
Obtener una beca no es fácil. Tampoco imposible. Y es que más allá de cumplir con los requisitos solicitados, se necesita talento, constancia y disciplina en una misión que, en la mayoría de los casos, suele ser exigente.
No obstante, Laura Melissa Rocero Martínez, lo consiguió. Estudiante de quinto semestre de Psicología, nuestra konradista hizo realidad el sueño de muchos al ganar una beca para estudiar en Corea del Sur, concretamente en la Universidad Soonchunhyang.
La carrera fue larga. “Fueron casi tres meses durante los que tuve que diligenciar varios documentos, detallando cuál era mi nivel de inglés y coreano y especificando qué estudiaba. Después tuve una entrevista, en la que estuvieron siete aspirantes más de otras universidades. De ahí pasamos dos a la última etapa que consistía en realizar un examen y una entrevista directamente con la universidad de Corea, hasta que finalmente resulté elegida”, recuerda Melissa.
El mejor momento
En su mente permanece fresco el instante en el que recibió la noticia: “Estaba con mi novio, cuando me escribieron un mensaje en WhatsApp y él lo vio. Me dijo: ‘Ahhhhh’. Le pregunté: ‘¿Qué pasó?’, y me dijo: ‘te vas a Corea’. Me puse a temblar y lloré”.
Cómo no hacerlo, cómo no llorar, era la materialización de un sueño, uno del que aún no despierta. “Todavía no lo puedo creer… Es una oportunidad muy grande y de verdad pienso aprovecharla muchísimo. Mi idea es tratar de aprender todo lo que pueda y adquirir muchos conocimientos para replicarlos acá, en Colombia”.
De modo que, todo esfuerzo y toda trasnochada valieron la pena. Claro, la Cancillería de la Fundación Universitaria Konrad Lorenz fue clave en su triunfo. Así lo reconoce: “Le debo todo a la universidad, fue la que me permitió estudiar coreano y conocer al profesor YoungKyoo Oh. Él hizo posible todo, con su apoyo, su gestión y su confianza”.
Justamente nuestro docente ha sido una de esas personas que más la ha alentado, ya que “siempre nos dice que los jóvenes son iguales en todo el mundo y que nos terminamos entendiendo, así que no tengo de qué preocuparme”.
Quizás ella no, pero sus padres sí, aunque la emoción y orgullo superan cualquier temor que tengan. “Están contentos, preocupados, nerviosos… tienen una mezcla de sentimientos muy grande (risas)”. No es para menos, su hija jamás ha salido de casa por tanto tiempo. Mucho menos a un país tan lejano.
Sin embargo, confían en que todo saldrá bien. Así ha sido siempre. Melissa es una persona dedicada, comprometida… una persona que vuela alto, pues sabe que “cuando uno estudia duro, con convicción y con paciencia, puede lograr todo lo que se propone”. Al final, es cuestión de “aprovechar las oportunidades que te da la vida”.
Bien que lo hizo. Por eso, los primeros días de julio verá materializado uno de sus grandes anhelos cuando viaje a Seúl, para luego instalarse en Asan donde finalmente se asentará durante cuatro meses.
¡Con 19 años, el cielo es el límite para ella
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