10 años del fallecimiento del Dr. Juan Alberto Aragón Bateman
Este año se cumplen 10 años del fallecimiento de nuestro fundador, el doctor Juan Alberto Aragón Bateman. En esta fecha, queremos hacer homenaje y conmemorar el gran legado académico y humano que dejó el doctor Aragón en la Konrad Lorenz y en todas las personas que influenció durante su vida.
Nuestro fundador trabajó arduamente por el sueño de crear una institución de educación superior centrada en la investigación científica, aspecto que veía como una falencia en muchas instituciones colombianas. Y así, en la Konrad Lorenz llevamos como insignia los valores académicos que plasmó el doctor Aragón, junto a la doctora Sonia Fajardo Forero, hace más de 41 años.
En estos 10 años de ausencia, la Konrad ha alcanzado metas importantes, que son fruto de su labor desde los inicios de la institución. Sabemos que cada hito está marcado por la herencia académica que dejó el doctor Aragón en toda la comunidad konradista. Y lo recordamos en cada momento de triunfo o de desafíos.
A sus familiares, amigos y colegas, un saludo fraterno y de corazón.
Doctor Juan Alberto Aragón Bateman
Nacido en 1936 en Popayán, el doctor Aragón realizó sus estudios de Psicología en Polonia. Posteriormente, regresó al país para desempeñarse como docente, investigador y directivo en distintas universidades públicas y privadas. En 1981, de la mano de su esposa, la doctora Sonia Fajardo Forero, hizo realidad uno de sus más grandes proyectos: crear el Instituto Universitario de Ciencia y Tecnología Konrad Lorenz, que años después se convertiría en la Fundación Universitaria Konrad Lorenz, una Institución de Educación Superior con enfoque científico.
El doctor Aragón asumió como propósito de vida contribuir a la formación de profesionales de bien, que aporten al desarrollo de la sociedad. Con su conocimiento dejó una huella imborrable y se convirtió en inspiración para nuestra comunidad.
Nuestra Institución refleja su labor en su día a día: somos un espacio de conocimiento en el que cientos de konradistas cumplen sus sueños y asumen un papel de gran importancia en la construcción de sociedad.
¡Gracias, doctor Aragón!
