El punto y coma
“El punto y coma se emplea cuando en el interior de una estructura para la que normalmente se usarían comas se introducen otros elementos que también las usan: en ese caso las primeras se deben transformar en punto y coma” (Millán, 2016, 44).
Ejemplo
- Vino Juan, subió la fruta, le pagué.
- Vino Juan por la mañana, apenas había amanecido; subió la fruta: peras, manzanas, uvas y una gran sandía; le pagué, como siempre, al contado.
- Vino Juan por la mañana, apenas había amanecido, a pesar de que sabe de sobra que me acuesto tardísimo y no me gusta madrugar. Subió la fruta lentamente, golpeando cada escalón con su pierna mala: peras, manzanas, uvas y una gran sandía; pero no tenía -o no quiso traerme- pimientos de su huerta. Le pagué, como siempre, al contado, a pesar de sus protestas de que se lo dejara deber.
El punto y coma también se usa para realizar enumeraciones complejas, en las que se separan los elementos de una oración que incluyen comas.
Ejemplo
Hoy desayuné huevos, pan y cereal; almorcé carne, arroz y jugo; cené café, queso y crema.
Este signo de puntuación también separa oraciones yuxtapuestas, especialmente cuando se han empleado comas.
Ejemplo:
La maestra, preocupada, corría hacia la escuela; sus estudiantes acababan de llegar.
De la misma manera, se escribe punto y coma antes de las conjunciones o locuciones conjuntivas (conectores de orden lógico) como: pero, mas, aunque, sin embargo, por tanto, etc., siempre y cuando la oración anterior sea larga, ya presente comas y se relacione directamente en términos de sentido con la oración siguiente.
Ejemplo:
Su discurso estuvo muy bien construido, fluyó, y fundamentado sobre sólidos principios; pero no consiguió convencer a muchos de los asistentes al debate.
Importante: El uso del punto y coma y de los demás signos de puntuación depende, sobre todas las cosas, del sentido que se le quiera dar al texto, además de la relación semántica entre las oraciones.
S + V + C (Signo de puntuación) S + V + C (Signo de puntuación)
Notas
La gran mayoría de contenido y ejemplos se tomaron en algunos casos de manera literal de los textos: Perdón, imposible: guía para una puntuación más rica y consciente (2015) de José Antonio Millán, y del libro Ortografía de la lengua española. Real Academia Española (2002).