La huella de carbono: un reto global
Publicado: el 26 marzo, 2019 por AdminKonrad / Konrad Lorenz
Todos los días escuchamos, ya sea en televisión, prensa, redes sociales, entre otros medios de comunicación, la lucha que está viviendo el planeta a raíz del cambio extremo de temperaturas. Un término importante está relacionado al cambio climático que, como resultado de las actividades humanas, es ocasionado por la utilización de combustibles fósiles desde el inicio de la primera revolución industrial. A raíz de estos precedentes, el cambio climático ha causado aumento en la temperatura del mar, la extinción de algunas especies y cambio climático extremo afectando en gran proporción a la vida humana. Para darnos cuenta de que es una realidad latente, recientemente se han registrado temperaturas considerablemente altas en Australia, donde se alcanzaron los 46,6 ° C, y extremadamente bajas, como las que se registraron en Norteamérica y Europa, donde se experimentó el vórtice polar (fenómeno de frío polar), lo que conllevó a que las temperaturas pudieran llegar a -36° C, en sitios donde habitualmente las temperaturas no son extremas
Debido a las consecuencias del cambio climático, los presidentes de las naciones y otros dirigentes a nivel mundial han decidido incluir en su agenda política la lucha contra este fenómeno. Dentro de los acuerdos más recientes celebrados para esta lucha, se llevó a cabo el acuerdo de París en el año 2016, comprometiendo tanto a países desarrollados como en vía de desarrollo a adquirir una responsabilidad frente a esta situación. Dentro del compromiso ambiental está la ratificación de reducir los gases de efecto invernadero que son liberados a la atmósfera. Estos gases se definieron en el año 1997 en el protocolo de Kioto, y entre ellos encontramos el dióxido de carbono, el óxido nitroso, el metano y otros gases que son generados por las industrias, el transporte, la agricultura, entre otras actividades que son consideradas directamente responsables del cambio climático. Estos gases de efecto invernadero contrario a lo que muchos piensan son buenos para el planeta, ya que absorben la radiación roja de la atmósfera y reflejan el calor hacia la Tierra para mantener la temperatura y permitir que esta no se enfríe; si este fenómeno no sucediera la temperatura del planeta alcanzaría temperaturas extremadamente bajas. Sin embargo, es importante destacar que las actividades manufactureras han liberado gases que aumentan esta barrera y hacen que la radiación de la luz solar aumente la temperatura de la Tierra, produciendo los mencionados fenómenos atmosféricos extremos en nuestro planeta.
A raíz del cambio climático, el calentamiento global y todos los problemas ambientales que involucran los gases de efecto invernadero, se han desarrollado una serie de herramientas para cuantificar estas emisiones, y una de esas herramientas es la huella de carbono. La huella de carbono está definida por la Oficina Parlamentaria de Ciencia y Tecnología (2006) como “la cantidad total de CO2 y otros gases de efecto invernadero emitidos durante todo el ciclo de vida de un proceso o producto”. La finalidad de la huella de carbono es presentar una radiografía ambiental para darnos cuenta la cantidad de emisiones de CO2 que generamos de acuerdo con nuestras actividades.
Fig. 1. La huella del carbono no es solo medir
Dentro de la huella de carbono, existen tres tipos. La primera, es la huella de carbono personal, esta mide la cantidad de emisiones de gases de efecto invernadero que emitimos en nuestra actividad diaria, aquí encontramos actividades básicas como la alimentación, el transporte, entre otros, desde que nos levantamos hasta el momento en que nos vamos a descansar. La siguiente es la huella de carbono de producto, esta se encarga de realizar un análisis del ciclo de vida como su nombre lo dice de un producto o un servicio, en este caso analiza todo el proceso que se lleva a cabo en la cadena de suministro, teniendo en cuenta desde la materia prima, hasta que el producto llega a su etapa final.
La última categorización es la huella de carbono corporativa, la cual se basa en le medición de las actividades llevadas a cabo en una organización. Para llevar a cabo la medición de esta última, es necesario basarse en estándares internacionales como la ISO 14064 o el protocolo GHG.
Fig. 2. Beneficios de la huella de carbono
Si bien las personas y gobiernos tenemos una gran responsabilidad frente al cambio climático, la verdadera solución comienza con los países desarrollados, quienes aportan en mayor cantidad GEI. Paradójicamente las políticas actuales de algunos gobiernos no están alineadas a los nuevos retos ambientales. Y tu ¿Estás alineado o alineada para afrontar estos retos ambientales?
Referencias
Gitay, H. A. B. I. B. A., Suárez, A., Watson, R., & Dokken, T. J. (2002). Cambio climático y
biodiversidad. Documento técnico V del IPCC.
La temperatura en Australia llegó a los 47 grados | ELESPECTADOR.COM. Retrieved March
25, 2019, from https://www.elespectador.com/noticias/medio-ambiente/la-temperatura-enaustralia-llego-los-47-grados-articulo-837246?fbclid=IwAR0qORZmzbKVrBjk4-onXKD6emnhNPl2A1YHQbJ3VWJPgTAL3P54F-Viuo
Moss, J., Lambert, C. G., & Rennie, A. E. (2008). SME application of LCA‐based carbon
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Perczyk, D. (2004). Para entender el cambio climático.
POST, U. (2006). Carbon footprint of electricity generation. POST, UK.
Dr. Juan Felipe Bermeo
Profesor e Investigador
Facultad de Matemáticas e Ingeniería.
juanf.bermeol@konradlorenz.edu.co