La tecnología: ¿la solución o el problema?

Para nadie es un secreto el impacto que la tecnología está teniendo en cada una de las tareas de nuestro día a día, ya sean relacionados con el trabajo, con el estudio o con las actividades más informales de nuestras vidas.   Lamentablemente, parece que la forma como usamos la tecnología no está siendo del todo un alivio en nuestro qué hacer, sino más bien parece atentar contra nuestra natural forma de vivir, de pensar, de ser.

La tecnología: ¿la solución o el problema?

¿Se ha preguntado cuántas veces al día ve su celular? ¿Ha repasado, al final del día, cuántas conversaciones de WhatsApp tuvo desde la mañana? ¿Ha contado cuántos correos electrónicos leyó y escribió en una semana?.  Si no lo ha hecho, se sorprenderá cuando lo haga.

Si bien es cierto que las herramientas tecnológicas facilitan algunos procesos, muchos de nosotros perdemos el control cuando sabemos que en nuestra casa nos quedamos sin servicios como el teléfono, el internet y la televisión, es mucho más grave que quedarse sin agua.  Y cómo no si todas las cosas de nuestra vida están relacionadas con las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones.

 

¿En qué ha cambiado la vida?

 

Para citar sólo un ejemplo: hace 30 años, tener una línea telefónica fija era un privilegio, la asignación de líneas telefónicas fue, tal vez, el instrumento más poderoso para los procesos electorales, “las telecomunicaciones movían el país” pero pocas veces lo comunicaban.   Muchos de nosotros tuvimos que sostener llamadas telefónicas en la sala de nuestra casa, ante la mirada y la atención de todos nuestros familiares, esta situación atentaba contra la privacidad de las personas, pero los padres “tenían el control” y sabían en lo que sus hijos andaban.

La tecnología: ¿la solución o el problema?

Hoy la situación es muy distinta, todos tenemos celulares y garantizamos nuestra privacidad y nuestra comodidad, inclusive la de nuestros hijos.   Un padre de familia, muchas veces, no sabe quiénes son los amigos de sus hijos, sus contactos, la información a la que tiene acceso, la información que da de sí mismo, en fin… no sabe nada de ellos.

 

¿Cómo enfrentar la situación?

 

Una salida es no usar tecnología, lo cual hoy en día es casi una locura.   Otra alternativa es tomar el control, aprender y supervisar.   El primer paso, sin duda, es saber usar cuanta herramienta pueda llegar a manos de nuestros hijos, entender la forma como funcionan, conocer los riesgos a los que se exponen al usarlo e interactuar con ellos a través de las mismas.   También es importante establecer límites: horarios, lugares, contactos.    Pero nunca pretenda eliminar estos elementos de sus vidas y, mucho menos, ignorar la situación, nunca se confíe.

 

Escrito por:

NELSON ARMANDO VARGAS SANCHEZ

nelsona.vargass@konradlorenz.edu.co

Director Programa de Ingeniería de Sistemas

Konrad Lorenz, Fundación Universitaria.

 

 

Carácter Académico: Institución Universitaria. Personería Jurídica por Resolución 18537 del 4 de noviembre de 1981 del Ministerio de Educación Nacional. Institución de Educación Superior sujeta a inspección y vigilancia por el Ministerio de Educación Nacional (Art. 2.5.3.2.10.2, Decreto 1075 de 2015). Vigilada Mineducación.
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